noviembre 06, 2010

Poema XXI

Manoseando el susurro
del templo y sus sonrisas,
conteniendo el humo
eran tiempos de otras vidas,
eran los clavos en el agua
tirando besos al aire,
ahora te podés ir a la concha de tu madre.

octubre 30, 2010

Poema Pelotudo

Yo no sé que tiene ella
pero sé lo que no tengo yo,
lo que me falta es ella
y sin ella no soy yo.
Quiere explicarme que salir de adentro
es meterse un poco afuera,
le explico que la quiero
y que entienda lo que quiera
Piensa que estoy cansado
de todos los golpes,
pero de golpe estoy cansado
de todo lo que pienso.

octubre 27, 2010

Néstor Kirchner Y el Censo (HUMOR)

Cristinita, amor mío, llegó el censista. -Dijo él, y abrió la puerta. -OH! pero qué lindos uniformes que le dieron a la gente del censo, tela negra y una hermosa guadaña... pase, por favor pase.

octubre 22, 2010

Complicado al pedo

Costeando el mar un caminar
con recuerdos que cabecean,
pasadeando al paseo
que enmanados, allá, lejano
palabreando de menos la sinceridad,
simplificando:
fue felicidad.
Así que caben dudas en el fue,
tal vez porque costea un caminar
de pasear el recordar.
Un admitir que el está
ya no está.
Perdida la tristeza de la pérdida
para paso tras paso
hacer que no otoñe
los ayeres, los hermoseantes,
las sonrisas fotografíadas,
en olvidador que hace piedra
a los siempres, a los nuncas.

octubre 18, 2010

Boludez

Que boluda que es la gente…
Que boludo que soy yo,
Cuantas veces el helado en la frente,
Cuantas veces con la misma piedra cayó
El boludo que no aprende
que dos más dos no es cuatro,
la resignación siempre presente,
en los finales de las historias de amor
entre boludos como vos y yo.

Soy boludo,
Y canto a mi futuro,
Entiendo cuando algo es duro,
Porque le di con la cabeza.
Soy boludo,
No pregunto no me contestan,
Respiro ergo existo,
En medio del campo la maleza.

septiembre 07, 2010

SON 624 PALABRAS (LEA Y OPINE QUE ES GRATIS)



Mauro está enamorado. Perdón. Mauro estaba enamorado. Ahora está enfermo.
Iba por la calle, llegando tarde, y una chica con una cara que le resultó familiar venía en la dirección opuesta. O tal vez él llevaba mal su camino.
La conocía. No la conocía. Se parecía a alguien. Nunca vio a nadie parecida. Tal vez simplemente la imaginaba así antes de cruzarla por la calle. En dirección opuesta.
Decir algo. No podía. No pudo.
Hola, dijo ella.
Mauro se quedó petrificado, no de miedo sino de decisión. Ahora hablaría con ella.
Hablaron. Muy bien.
Ella buscaba un amigo. Esa era la dirección contraria a la de Mauro.
Vinieron las noches en que pensaba en ella.
Noches objetivas. Duraban cada minuto un minuto, el problema era que él miraba los números rojos de su despertador pasar uno por uno.
Estás flaco, le dijo alguien en el trabajo. Esa persona quería saber qué le pasaba a Mauro. Varios días que Mauro trabajaba mal, que no llegaba a tiempo, que tenía la cara de una persona que hace un mes que miró televisión ininterrumpidamente.
Apenas dos semanas desde el comienzo.
Otra confesión en un bar. Primero a sus amigos. Pablo, Javier, Nahuel.
Rompele la boca de un beso. Pablo.
Resignate. Javier.
Hacete el amigo. Nahuel.
Pasó una semana. La cruzó por el Facebook y chatearon un par de cosas sin importancia.
La compañera de trabajo otra vez le dijo que estaba flaco. Esta vez agregó una invitación a cenar.
Vas a tener sexo, ¿cuál es la mala noticia? Pablo
Distraete de toda esta historia, salí con ella. Javier
Decile que no querés cenar con ella. Nahuel.
Antares es un lugar excelente. Buenas cervezas artesanales, comidas elaboradas, un ambiente cómodo.
Empezó a contarle la historia a su compañera.
¿Cómo es ella? Preguntó.
Es como la que está entrando ahí, respondió Mauro y señaló la puerta.
Es la que estaba entrando por ahí. Otro. Sonrisa de ella, y del otro también. Se sentaron a unas mesas de distancia.
Vas a tener sexo, ¿cuál es la mala noticia? Recordó.
Distraete de toda esta historia, salí con ella. Recordó.
Decile que no querés cenar con ella. Recordó.
Mauro deslizó su mano sobre la mesa y acarició la de ella.
Durmieron juntos. Mauro y ella. Ella y el otro.
Un par de días más tarde. La cruzó por la calle. Ella fue indiferente.
La cruzó en Facebook, ella no respondió mensajes.
La llamó por teléfono. Tampoco.
Mauro fue hasta la casa y rompió los vidrios a piedrazos. La siguió hasta un bar e hizo correr el rumor que ella era una prostituta en busca de clientes. Muchos fueron y le hicieron ofertas. Ella estacionó su auto y el lo cruzó de punta a punta con una llave como si esa fuese su firma. Esparció combustible en el jardín y lo encendió. Fue por detrás y le vació un balde con pintura sobre la cabeza.
Un par de días más tarde llamaron a la puerta de su casa. Mauro abrió y había un tipo de uniforme. Lo condujeron a la comisaría. No quiso declararse inocente.
¿Por qué? Pablo.
¿Por qué? Javier.
¿Por qué? Nahuel.
Ya estás más gordito parece que estás comiendo mejor, ¿a dónde podríamos ir el sábado?
A ningún lugar. Respondió.
Vamos, decíme por qué hiciste todo eso. Pablo.
Lo contrario del amor no es el odio sino la indiferencia. Él.
Vamos, decíme por qué hiciste todo eso. Javier.
El amor y el odio se parecen demasiado. Él.
Vamos, decíme por qué hiciste todo eso. Nahuel.
Quería que por lo menos me odiara. Él.
Es una forma de tener en cuenta al otro parecida al amor, dijo su compañera de trabajo justo cuando la camarera apoyaba los platos sobre la mesa.

agosto 26, 2010

Se suspendió la novela

Yo era un tipo feliz
cuando era un tipo feliz,
Tenía mate y azúcar,
Una computadora con Internet
Qué más puedo pedir.
Tenía una chica que decía hola
Decía hola y se sacaba la ropa,
se vestía y se quedaba
De sábado a miércoles
Y los mates más dulces
Esta chica que decía hola,
me cebaba.
Tenía cuatro paredes
Y un suelo que era el techo de mi vecino,
Y un techo que era el suelo de otro vecino.
Tenía los recuerdos de mañana
Y para cumplirlos la ayuda de un amigo,
Con la pequeña ayuda de mis amigos.
Una cámara de foto con lente de ojo de pez.